
Los hombres somos de un patetismo tremendo frente a los animales depredadores. Hay algo que ellos tienen que es tan perfecto que el hombre cuando los observa pierde la autocrítica, porque no se da cuenta que él también es un animal que siempre asesinó para comer.( ...) No hay remordimiento en ellos, esa cosa podrida del hombre que vuelve sobre sus pasos para ver si le quedó dolor o alegría. (...) Porque la mirada clínica es la que uno tiene para conservar la estabilidad del mundo que nos rodea. No hay una visión clínica en los elefantes o en las ballenas. En cambio, con nuestras cosas queremos saber y operar de alguna manera con una mente que corrija los desfasajes y esa es una de las podredumbres que venimos heredando. Luis Alberto Spinetta
(del libro Martropía de Juan Carlos Diez - Editorial Aguilar-)